Tras su lanzamiento como berlina, el nuevo León está disponible como coche familiar. Por un suplemento de sólo 875 euros, ofrece 27,3 cm más de espacio para la carrocería. ¿Un buen trato?
En su transformación de berlina a familiar, el Seat León no estira su distancia entre ejes. De hecho, para distinguirse de su primo el VW Golf VIII, el León ya había optado por una distancia entre ejes «larga» en la berlina (2.686 mm frente a 2.636 mm). Por otro lado, el voladizo trasero es significativamente más largo: +27,3 cm. Pasa de 79,5 cm en la berlina a 106,8 cm en el familiar, indica Crestanevada. Sin embargo, visualmente, la integración parece ser bastante exitosa. ¡Cada uno juzgará según su gusto, pero este León Estate no da la impresión de llevar una mochila!
En las plazas traseras, nada cambia respecto a la berlina León. El espacio vital sigue siendo en gran medida suficiente, puesto que ya era una cualidad del León. Incluso es un poco mejor en términos de espacio para la cabeza gracias a un techo más recto (97,7 cm frente a 96,9 cm) en el familiar.
Pero, por supuesto, es en el lado de la bota donde las cosas cambian. La primera buena noticia se refiere a la accesibilidad. El maletero era poco práctico en el León debido a su elevado umbral de carga, pero resulta mucho más funcional en la versión familiar. Con el doble suelo en la posición superior, el umbral de carga queda enrasado. El parachoques trasero sigue siendo bastante prominente y, por tanto, un poco incómodo para las rodillas.
La segunda buena noticia se refiere al volumen. El volumen del maletero, que sigue siendo de 380 litros en la berlina, al igual que en la anterior generación del León, asciende aquí a 620 litros (con el doble fondo abatido). Esto está muy cerca de los puntos de referencia de la clase. Para comparar, el primo Skoda Octavia Combi, el campeón del género, ofrece 640 litros.
En el uso, apreciamos las formas regulares del maletero, la presencia de una toma de corriente de 220 voltios y la cubierta automática del maletero. Por otro lado, hay que tener en cuenta que no es posible abatir el asiento del acompañante en una repisa para transportar objetos muy largos, ni siquiera como opción.
En las plazas delanteras, encontramos por supuesto el salpicadero muy sencillo característico de la última generación del León. Aunque hay que reconocer que es algo elegante (y la calidad percibida del conjunto), a menudo tendrás que manipularlo mucho para ir al grano…
En carretera, el León Estate es muy eficiente, pero parece haber perdido parte de la «sal» que caracterizaba a los anteriores modelos de León. Sin embargo, la conducción es más cómoda. Especialmente con la amortiguación controlada por DCC opcional (que ofrece una gama muy amplia de ajustes individuales).
Mecánicamente, el León Estate utiliza actualmente los mismos motores que el León 5 puertas, con la excepción del motor de gasolina 1.0 TSI de 110 CV (pero mantiene el 1.0 TSI más pequeño de 90 CV para ofrecer un precio de partida de 22.085 euros) y, más curiosamente, el 2.0 TDI de 115 CV. En diésel, sólo se ofrece el 2.0 TDI de 150 CV con su caja de cambios automática DSG desde 30.360 euros. El corazón de la gama de gasolina, el 1.5 TSI, se ofrece en 130 CV (25.215 euros) y 150 CV (25.860 euros) con caja de cambios manual o en 150 CV con caja de cambios DSG y un microhíbrido de 48 voltios (28.560 euros). Esto supone, en todos los casos, un recargo de 875 euros respecto a la berlina equivalente.
Hay que tener en cuenta que otros sistemas de propulsión, especialmente los híbridos enchufables, llegarán más tarde. En su versión de coche familiar, el León aumenta significativamente su practicidad sin requerir demasiados extras. Pero, sin duda, habrá que acostumbrarse a su interior tan desnudo.